Barranquilla, marzo 22 de 2018 –   Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud, a través del Sistema de Información Para la Vigilancia de la Calidad del Agua Para el Consumo Humano (SIVICAP), reportó que el agua potable del departamento del Atlántico está por fuera del riesgo de contaminación.

Por su parte, los 1.2018 millones de habitantes que tiene Barranquilla cuentan con el privilegio de consumir agua potable de buena calidad. La empresa encargada del proceso de potabilización utiliza la concentración adecuada de sustancias cloradas que matan los microorganismos.

Sin embargo, hay algunos de tipo parasitario como la Giardia duodenalis y el Cryptosporidium spp que resisten el proceso de potabilización, por lo que se podrían encontrar contaminando las aguas tratadas y así ser agentes causales de infecciones a nivel gastrointestinal, llegando a ocasionar mala absorción de alimentos y manifestaciones clínicas como: diarrea, náuseas, vómitos, cólicos y exceso de gases.

Margarita Filott Támara, bacterióloga, magister en Microbiología y docente del programa de Bacteriología de Unimetro, explica: “Aunque el agua de la ciudad esta bien tratada, es recomendable realizar un proceso adicional de purificación antes de ser utilizada para el consumo, especialmente para la hidratación.  Se debe hervir a una temperatura de ebullición de 100°C, en un tiempo no menor de 5 minutos”.

La profesional también manifestó que los filtros de ozono ayudan a minimizar los riesgos de ingerir microrganismos, entre ellos los quistes de protozoos y huevos de helmintos. Estos filtros deben tener un mantenimento periódico de 4 meses para un adecuado funcionamiento. Los botellones de agua, de marcas reconocidas, son perfectos aliados para el consumo de las familias.

“Cada persona tiene la responsabilidad de no contaminar el agua. Hay que ser conscientes y tener la precaución de no botar basura, sustancias tóxicas y desechos de alimentos por el alcantarillado. Entre más impurezas tenga este líquido, más difícil será el tratado de su purificación”, explicó la docente investigadora.

 La Universidad Metropolitana, a través de su Grupo Caribe de Investigación en Enfermedades de Tipo Infeccioso y Resistencia Microbiana, la Maestria en Microbiología y el programa de Bacteriología, han trabajado de manera continua en la determinación de la prevalencia de parasitosis intestinal en niños escolarizados del Área Metropolitana de Barranquilla, La Guajira y el Difícil, Magdalena. Estos estudios han permitido conocer las prevalencias de parásitos intestinales y así establecer medidas que aporten control de parasitosis en el agua y los alimentos contaminados con huevos y quistes de parásitos.